Jorge Segundo Zegarra Reategui, gestor de energías renovables y protector del medio ambiente.
En el Callao, a mediados de los 80, operaba de manera clandestina, un botadero informal llamado «La cucaracha». En este lugar, 1000 toneladas de basura eran arrojadas al día, obviamente sin recibir ningún tipo de tratamiento.
El lugar ubicado cerca de la desembocadura del río Chillón, era hasta el 2003 un inmenso basural, donde habitaban ratas, moscas y cucarachas, de allí su singular nombre.
Realidad actual del antiguo botadero informal
Hoy la realidad del botadero informal «La cucaracha» es totalmente diferente. Esto gracias a una inversión de 10 millones de dólares de la Municipalidad Provincial del Callao y la empresa Petramás (como concesionaria) junto a su presidente de directorio, Jorge Segundo Zegarra Reategui.
«La cucaracha» se ha transformado en el Relleno Sanitario Modelo del Callao, el cual logra transformar la basura en energía eléctrica.
«Antes los residuos de la provincia constitucional y un buen porcentaje de Lima, eran arrojados en este lugar. Sin embargo, ahora las aproximadas 3200 toneladas en promedio que llegan a diario, son tratadas sin contaminar el medio ambiente», comentó el Dr. Jorge Segundo Zegarra Reategui.
Además, también comentó, «A diario toda la basura que llega a este relleno es cubierta por una capa de tierra de un metro de espesor para pasar los tratamientos adecuados».

Jorge Segundo Zegarra Reategui: La importancia de este relleno sanitario
Según el presidente de directorio de Petramás, lo fundamental es que se ha logrado reducir las emanaciones de gases de efecto invernadero al medio ambiente. Esto se hace mediante la destrucción del gas metano, que se genera por la descomposición de la basura.
«El metano es el segundo gas que genera el efecto invernadero, luego del CO₂. Tenemos una inmensa chimenea, que recolecta todo el gas del relleno sanitario para quemarlo. De esta forma se elimina el 99.9% del gas metano», manifestó Jorge Zegarra Reategui.
Al ser quemado, este gas se transforma en CO₂, el cual tiene un impacto de 25 veces menor que el gas metano.
En la actualidad, se le ha incorporado como parte del Proyecto una termoeléctrica que genera energía a partir de la basura, cuyo funcionamiento se inició en el mes de julio del año 2020 y tiene un horizonte de los próximos 20 años.
Dicha planta termoeléctrica inyectará, 14500 MWh de energía eléctrica por año de operación comercial al sistema interconectado nacional, la energía que se entrega abastecerá de electricidad a 11000 viviendas.
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